El era derrotado de nuevo por el deseo de una amante a la que nunca había amado. Sentía algo parecido a la vergüenza y la decepción, y una punzada atravesó su pecho cuando Ella apareció en sus pensamientos.
En el mismo instante, lejos de allí, Ella encontraba su mirada en los rostros de todos y de ninguno, y las calles encaladas y serenas de aquel lugar le traían el eco de las risas que antaño habían compartido… le gustaba echarle de menos.