domingo, 12 de diciembre de 2010

Cupido de mierda...

Querido Cupido:

Te pido, por favor, que dejes de tocarme las narices. Si estás aburrido, hay millones de mujeres desesperadas que están deseando que les tires tus puñeteras flechitas.
Por favor, de verdad, deja de complicarme la vida, o al menos deja de enviarme gilipollas, degenerados o hijos de puta. Es que no te queda nada mejor?, por qué me lo pones tan difícil?, acaso te divierte marearme?
A estas alturas ya tienes que saber mis gustos, si no pido tanto!!, si soy muy normalita!!, no me mandes más al guapito ese que me mandas últimamente porque es muy tonto!, si… ya se que está muy bueno el pobre pero es que me mata de tonto que es, animalito… Ni me mandes más amargados, ni más inseguros, ni tíos con novia... Por quién me has tomado?… y por dios!!, esa flecha chunga chunga que me has clavado a traición, si, esa!, pero eso qué es?, qué diablos quieres que haga con esa flecha tan rara?, es que acaso soy tu vertedero del amor???. Ya está bien con las flechitas!!. Algo muy malo tengo que haber hecho para que te portes tan mal conmigo, o eso o que cuando te toca venir siempre te pilla borracho perdido, porque no das ni una, no estas muy fino que digamos…

Hagamos un trato, tú dejas de hacerme la puñeta, me mandas una buena flecha, una flecha en condiciones… y yo dejaré de decir que el amor es una mierda. Piensalo, porque ahora mismo tu reputación pende de un hilo.

Pdta.: O si no, te juro que te busco y te meto las putas flechas por el culo.
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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Deberías tener en cuenta el lugar donde te cruzas con el dichoso Cupido, porque en los bares y a ciertas horas, con poca luz y ajumadito, que quieres!!!!
Tienes que darle alguna oportunidad a plena luz del día, seguro tendrá más puntería.
Besos.

King dijo...

Pues sí, de noche ni los gatos son gatos, y sobran los fantasmas...

SANLÚCAR DE BARRAMEDA TV dijo...

Me lo llevo para mañana Carmen Besitos

elbucaro dijo...

Si algo caracteriza a Cupido es, en general, su miopía, depende de nosotros luego el que nos apetezca quitarnos esa flecha o empujarla más adentro. Besotes.